Armando Guadalupe Sánchez Luna
El Cuidador de Almas Equinas
Armando Sánchez Luna, el entrenador de caballos
A pesar de su amor por los caballos, Armando comprendió la importancia de la educación formal. En 1988, tomó la decisión de embarcarse en una aventura transatlántica y se dirigió a España para estudiar medicina veterinaria en la Universidad de Sevilla. Durante su tiempo en la universidad, adquirió conocimientos profundos sobre el cuidado de los animales y la salud equina.
En 1990, tras completar su educación en España, Armando regresó a México con un nuevo propósito en mente: criar caballos no solo como animales de deporte, sino como compañeros y catalizadores de sanación. Estableció su propia finca en las tierras que lo vieron crecer, donde comenzó a criar caballos de alta calidad genética y a entrenarlos en disciplinas deportivas.
A medida que su experiencia creció, Armando comenzó a explorar el mundo de la equinoterapia. Se convenció de que la relación entre los caballos y las personas podía ser terapéutica, especialmente para aquellos que luchaban con desafíos mentales y emocionales. Trabajando con psicólogos y terapeutas, implementó programas de equinoterapia que demostraron resultados notables en personas con diversas afecciones, desde trastornos de ansiedad hasta autismo.
Hoy en día, Armando Guadalupe Sánchez Luna es reconocido como un pionero en el campo de la equinoterapia en México. Su finca se ha convertido en un refugio para aquellos que buscan sanación a través de la conexión con los caballos. Además de su trabajo en equinoterapia, sigue criando caballos excepcionales para el deporte y la recreación. Su legado perdurará en las vidas que ha tocado y en la transformación que ha facilitado a través de la poderosa relación entre los seres humanos y los caballos.
Quien es
Armando Sánchez Luna
Armando Guadalupe Sánchez Luna, una figura destacada en el mundo de la crianza de caballos y la equinoterapia, nació en el idílico pueblo de La Barca, Jalisco, en diciembre de 1970. Su vida se tejió entre los lomos de majestuosos corceles y la pasión por la medicina veterinaria, llevándolo a explorar un camino que fusionaría su amor por los animales con su compromiso por mejorar la calidad de vida de las personas. Desde sus humildes comienzos hasta su papel como catalizador de transformación en la terapia equina, la historia de Armando Guadalupe Sánchez Luna es una de dedicación y compasión.
La infancia de Armando transcurrió en medio de la belleza rural de La Barca, donde su afinidad innata por los animales se hizo evidente desde temprana edad. Criado en un hogar donde los valores de respeto y amor hacia la naturaleza eran fundamentales, Armando encontró en los caballos su compañía más leal. Su abuelo, un amante de la equitación, le transmitió su sabiduría sobre el cuidado de los caballos, sentando las bases para su futura carrera.